fondo

lunes, 31 de marzo de 2014

De mayor quiero ser pequeño.




Nos pasamos toda nuestra infancia deseando ser mayores para poder hacer cosas de mayores. Y cuando lo somos añoramos, desesperadamente, esa facilidad que de pequeños teníamos para ser felices con cualquier cosa y con cualquier situación en la que pudiéramos estar. Ximo Abadía se resiste a esta costumbre y nos muestra un catálogo de deseos (suyos y que desde este momento hacemos propios) que deberían hacerse realidad sea cual sea la edad. Porque este no es un libro para niños, o no solo para niños. Es, en realidad, una lista de tareas que tenemos que repasar una y otra vez para cumplirlas todas y cada una sin excepción: mirarnos el ombligo antes de ir a trabajar, reír mucho, pintar en el suelo de nuestro cuarto, bañarnos con el culo al aire. Invitamos a todos nuestros lectores a seguir estos sabios consejos y a apuntar todos aquellos que Ximo ha olvidado y solo nosotros, en nuestro interior, sabemos que tenemos que seguir realizando. Yo también de mayor quiero ser pequeño.

domingo, 30 de marzo de 2014

999 hermanas ranas se mudan de charca.



En la primavera, en un pequeño estanque, nacieron 999 renacuajos. Eran pequeñitos pero fuertes y llenos de energías. Los renacuajos empezaron a crecer y crecer hasta convertirse en 999 pequeñas ranas. Pronto el estanque se quedó pequeño para la numerosa familia. La decisión es tomada, papá rana, mamá rana y las 999 hermanitas ranas parten a la búsqueda de una nueva charca...






Perdido y encontrado.



Un niño encuentra un pingüino extraviado en la entrada de su casa. Al verlo solo y triste decide ayudarlo a encontrar el camino de regreso a su hogar. Tras mucho investigar, averigua que los pingüinos habitan en el Polo Norte y busca la forma de llevarlo allí. Durante el viaje descubre que la soledad no es lo mismo que la nostalgia del hogar.











La mariquita gruñona.



La mariquita era gruñona, antipática y maleducada. No quería compartir su desayuno con nadie y, encima, se creía la más grande y fuerte, capaz de pelear con cualquiera que se le pusiera delante. Fueron pasando las horas, los insectos, los animales y, cuando llegó el momento de la cena, la mariquita se comió... una sorpresa descumunal.











sábado, 29 de marzo de 2014

Los besos lo curan todo.

Pupita sana si no te curas hoy te curarás mañana.



Un golpe, una picada, una rascada, un culazo, un arañazo se alivian con un beso sincero y amoroso.
El niño llora señalándote la zona donde le duele para que le ayudes a pasar ese mal rato. Coges la parte dolorida con tus manos y con ternura la besas mientras le puedes decir pupita sana si no te curas hoy te curarás mañana (o lo que tú sepas).
Evita las reprimendas del estilo: ya te he avisado, si me hubieras hecho caso.  El niño ya se ha dado cuenta lo acaba de vivir en sus propias carnes, tal vez más tarde y con serenidad se puede hablar del tema.
Tu amor, tu contacto le consuela mucho. Si además de tus besos le animas a que él mismo también se dé besitos donde le duele, le estás enseñando a cuidarse de él mismo y a quererse. "Mamá o  papá no siempre van a estar para consolarme, yo también me puedo curar y mimar".
El amor hacia nosotros mismos es vital para nuestro bienestar y para poder querer a los demás de verdad.
Si te apetece consolar así a tu peque, alumno, nieto, amigo, sobrino (de cualquier edad) debe ser sincero, que te salga del corazón.
Si lo haces como un puro trámite, si le besas y dices la cantarilla rápido para que deje de llorar le llegará así de falso y su alma no se calmará. A los niños no se les puedeengañar pues sienten por todos los poros de su piel la ternura y la sinceridad.



Propósitos